La Escuela Maternal de la Universidad Pedagógica Nacional surge como un espacio para formar niños y niñas menores de cuatro años como sujetos críticos, creativos, independientes y capaces de expresarse libremente.
Mónica Gil, coordinadora de la Escuela, explica que esta nace en el 2004 como un proyecto de extensión de la Facultad de Educación, gracias al interés de la Licenciatura de Educación Infantil, que identifica la necesidad que tiene la comunidad universitaria de contar con un espacio, en donde la primera infancia pudiera vivirse con un propósito pedagógico y así evitar la deserción universitaria de los padres vinculados a la UPN. Es así como acoge hijos de estudiantes, funcionarios, maestros y también de familias particulares.
En el marco del proceso de formación, se estableció que los nombres de los niveles que cursan los niños y niñas debían corresponder a las metas o conquistas que se logran en cada etapa de la vida, fue así como surgieron, entre otros, los gateadores en donde se reconocen a los más pequeños, que se encuentran desarrollando esa habilidad, y los caminadores para nombrar a los infantes entre los 12 y 24 meses.
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Alejandra Tovar, madre de una de las niñas de “Aventureros 2” y quien es egresada de la Licenciatura en Psicología y Pedagogía de la UPN, cuenta que ya conocía el proyecto educativo de la Escuela Maternal, y teniendo un vínculo estrecho y especial con la Universidad decidió que esta era la mejor opción para confiar la educación de su hija.
Agrega que desde el comienzo su niña generó una conexión muy grande con su maestra basada en el cariño y la confianza, lo cual ha potenciado su capacidad cognitiva y le ha ayudado a ser más autónoma y consciente de lo que sucede a su alrededor. “Creo que no tengo palabras para agradecerle al universo por haber encontrado este lugar para mi hija”, puntualizó.
La Escuela Maternal se ha convertido en un escenario para la investigación y extensión académica de la UPN, con una propuesta pedagógica que acompaña a los niños y niñas en sus proyectos de vida inmediatos desde el desarrollo de sus capacidades comunicativas, relacionales y cognitivas. El equipo de maestras que allí trabaja potencia y propone diariamente a sus estudiantes diferentes formas de construir, ser y estar en el mundo, generando una importante y constante reflexión sobre la práctica pedagógica.
Juliana Silva, maestra titular del nivel Independientes, dice que este lugar es un entorno de socialización y una oportunidad para que tanto los niños como los padres se encuentren con otros. En el caso de los niños para estar con sus pares, y en el de las familias, para compartir experiencias como madres y padres que acompañan el crecimiento de sus hijas e hijos. Así, este espacio se consolida como un proyecto cultural y educativo a nivel local y nacional, articulando acción, formación e investigación pedagógica a favor de la educación de la primera Infancia.
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